lunes, 4 de junio de 2012

Música Siglo XX


La música clásica del siglo XX (también llamada música culta, académica, erudita, docta o seria) fue extremadamente diversa. Comenzó con la continuación de los movimientos vigentes a finales del siglo XIX tales como el estilo romántico tardío y posromántico de Sergéi Rajmáninov, Gustav Mahler y Richard Strauss, el impresionismo de Claude Debussy y Maurice Ravel, y los fervores del nacionalismo en Latinoamérica, Norteamérica, y Europa fuera de Alemania, Francia, e Italia que dominaron por siglos la cultura musical del continente.

Se abandona la tonalidad como estructura organizativa del discurso, en búsqueda de libertad absoluta para componer. Luego se buscan nuevas formas de organizar el lenguaje musical (como el dodecafonismo) porque esto había generado un caos.







En todo aspecto se buscan nuevos sonidos, desde la experimentación y uso no convencional de los instrumentos existentes, a la creación de nuevos instrumentos acústicos y luego electroacústicos y electrónicos, hasta llegar incluso a generar música desde consolas y aparatos. El silencio pasa a ser música. También se comenzó a hacer música con objetos y otros elementos de la vida cotidiana, ruidos de fábricas, autos, etc. (Futurismo)

A partir de la segunda década del siglo, la forma y lugar que había ocupado la música durante los pasados tres siglos en la sociedad, cambiaron para siempre con la irrupción del modernismo musical, dando fin al período conocido como práctica común, y entrando en una nueva era musical de constante búsqueda de lo original, rompiendo permanentemente con la tradición. Esto generó una enorme diversidad de géneros y movimientos de difícil categorización y definición, lo que hacia el último cuarto del siglo, luego de la decadencia de los ideales de la modernidad, terminó por llamarse música contemporánea, siendo cada vez más complejo su diferenciación de otras música como el jazz o el art rock, debido a la globalización y masificación de la cultura popular.

"Vivimos en un tiempo en el que creo que no hay una corriente principal, sino muchas corrientes, o incluso, si se quiere pensar en un río de tiempo, que hemos llegado a un delta, puede que incluso más allá de un delta, a un océano que se extiende hasta el cielo." -John Cage, 1992.

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